FISIOTERAPIA EN EL COLICO DEL LACTANTE:

El cólico del lactante, tan frecuente diagnóstico en los últimos años, es un síndrome clínico que se da en bebés sanos de menos de 4 meses, rara vez antes de las tres primeras semas de vida, y que se caracteriza por un cuadro de llanto intenso e inconsolable, de larga duración,  como síntoma más característico y que se asocia a una inmadurez del sistema digestivo. Puede ir asociado de otros síntomas como reflujo gastroesofágico, estreñimiento, dificultad para la expulsión de gases y cuando los expulsan son muy intensos, enrojecimiento facial mientras dura la crisis, y adopción de posturas en extensión de tronco y flexión de miembros superiores. Los niños con este síndrome, sin embargo, presentan un crecimiento normal.

Puede  suceder en bebés con cualquiera de los tres tipos de alimentación en esa época de la vida, lactancia materna, lactancia artificial o lactancia mixta, aunque son estos últimos los más complicados de resolver.

Desde el punto de vista de la fisioterapia, realizamos una evaluación exhaustiva de cada caso, absolutamente individual, en la que los padres responden a un cuestionario validado que nos permitirá, en función del resultado, establecer un diagnóstico de fisioterapia de Cólico del Lactante, y orientarnos en el tipo del mismo, ya sea de perfil alto, con predominio de síntomas como reflujo o gases en partes superiores del tubo digestivo, de perfil bajo con predominio de síntomas como estreñimiento o gases en partes inferiores del tubo digestivo, o de perfil mixto, con una mescolanza de síntomas sin un predominio claro. Luego se hace una evaluación física y funcional del bebé para añadir más información a la ya obtenida.

Una vez identificado el tipo de patología que padece el bebé en cuestión, se inicia el tratamiento. Una parte de este irá encaminada a la educación de los padres en lo relativo al modelo de crianza, consejos sobre la lactancia dependiendo del tipo de esta, ayudas ergonómicas, recomendaciones acerca de la postura para sostener al niño tanto durante las tomas como en las crisis de dolor cólico, y otra parte en la que se realizan técnicas manuales habitualmente indoloras para reestablecer y/o facilitar la normalidad funcional en el tubo digestivo. En un máximo de tres sesiones, que se realizaran espaciadas en algo más de dos semanas, el paciente es dado de alta.